La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, y el alcalde Bill de Blasio, han logrado un acuerdo para transferir a dos instalaciones penitenciarias del estado a cerca de 230 mujeres y transexuales detenidos en la cárcel municipal de Rikers, una de las más peligrosas del país.

Los internos comenzarán a ser transferidos en grupos de entre 10 y 20 personas la semana del 18 de octubre a las cárceles de Bedford Hills (Bedford) y de Taconic (Taconic), y se hará dos veces por semana, de acuerdo con un comunicado conjunto de Hochul y De Blasio.

Esta acción "ayudará aún más a aliviar las preocupaciones sobre el personal, las limitaciones de capacidad, y mejorar la seguridad de varios cientos de detenidos hasta que la ciudad pueda identificar e implementar una solución permanente que haga justicia a la situación en Rikers", escribió la gobernadora en un mensaje en redes sociales en relación a la prision situada en la isla homónima, en el noreste de la ciudad de Nueva York.

Indica además que no se transferirá a ningún detenido con asuntos pendientes relacionados con la inmigración.

El comunicado indica que el Departamento de Cárceles proveerá transporte a los familiares y otros seres queridos de los trasladados a partir del 22 de octubre.

"La situación en Rikers es grave y compleja y requiere soluciones audaces de todos los niveles de gobierno para generar cambios", indico Hochul en el comunicado y agradeció a la ciudad por su asociación "en este importante paso".

El anuncio ocurre luego de Hochul firmara el pasado septiembre la ley "Menos es más", que, entre otras cosas, evitará que neoyorquinos que estén en libertad condicional sean reingresados a la cárcel si cometen infracciones técnicas como faltar al toque de queda o llegar tarde a una cita con un agente de libertad condicional.

La ley tiene el propósito de reducir la población penal de la cárcel más grande de la ciudad, con unos 6.000 reclusos, en medio de las muertes y violencia que la han mantenido en los titulares de los medios de comunicación y que llevaron a un grupo de legisladores estatales a pedir la liberación de toda su población, luego de realizar una visita a la cárcel.

La cárcel de Rikers tienen programado su cierre en 2027, cuando será reemplazada por cuatro cárceles más pequeñas en Brooklyn, Queens, el Bronx y Manhattan.